Ciudad de México a 30 de Diciembre de 2017.- El 19 de enero de 2017, Joaquín Guzmán Loera salió de su celda en el Centro Federal de Readaptación Social de Ciudad Juárez, Chihuahua; no lo sabía, pero en ese instante iniciaba su extradición a Estados Unidos.
Ese día, era justo el último del gobierno del expresidente Barack Obama.
24 horas después, cuando Donald Trump rindió protesta, de forma paralela “El Chapo” se presentó ante un tribunal en Brooklyn, Nueva York, para enfrentar al menos 17 delitos, entre ellos delincuencia organizada, homicidio y tráfico de drogas; ahí, se declaró no culpable.
Su defensa en ese país, a cargo de un grupo de abogados encabezados por Michael Schneider, argumentó que la extradición había sido ilegal, pues el acuerdo entre ambas naciones contemplaba que fuera llevado ante la corte de Texas o de California, en donde es requerido por diversos delitos.
Los abogados de “El Chapo” pertenecen a la organización de «defensores públicos de Nueva York»,no han cobrado honorarios, debido a que le ley en Estados Unidos, obliga a comprobar que los recursos que se utilizan para pagar a un abogado, son de origen lícito.
Será en abril de 2018, cuando Guzmán Loera vuelva a los tribunales, posiblemente con una nueva estrategia legal.