Ocho de cada 10 mexicanos se sienten inseguros al usar un cajero automático.

Ocho de cada 10 mexicanos se sienten inseguros al usar un cajero automático.

Un 76% de la población en México se percibe en riesgo frente a la delincuencia, según los datos oficiales del Inegi.


Ciudad de México a 18 de Enero de 2018.-Las balaceras cerca de los colegios, el hallazgo de fosas clandestinas con decenas de cadáveres, el aumento de asaltos con violencia y un récord de 26.573 homicidios entre enero y noviembre de 2017 han dejado huella en México. Ocho de cada diez mexicanos que usan un cajero automático en la vía pública tienen una sensación de inseguridad, según la Encuesta Nacional de Seguridad Pública Urbana, difundida este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).

El transporte público, con un 73%, es el segundo lugar más inseguro, según los mexicanos, seguido de los bancos donde siete de cada ocho personas se sienten en peligro de ser atacados por la delincuencia. Las calles y los mercados se sitúan en el cuarto y el quinto puesto de riesgo. Por el contrario, la escuela y la casa son identificados como los sitios más seguros en México, según el estudio del Inegi.

A diciembre de 2017, un 75,9% de la población mexicana de más de 18 años considera que su ciudad es insegura. Lejos de disminuir, la percepción de inseguridad durante la administración de Enrique Peña Nieto ha ido al alza. En diciembre de 2013 un 68% de la población mexicana consideraba que su ciudad no era segura, este porcentaje se elevo ocho puntos porcentuales en los últimos cuatro años.

Gerardo Rodríguez Sánchez, analista en seguridad nacional y profesor de laUniversidad de las Américas en Puebla, señala que este porcentaje tan alto revela el fracaso de la estrategia de seguridad nacional de Enrique Peña Nieto, una herencia terrible para el siguiente Gobierno Federal. «Vivimos en un país más violento que hace seis años, que hace 20 años, las estrategias han fallado. El gran problema de este país es la impunidad y la falta de Estado de derecho y de ahí se desprenden los problemas de seguridad y de corrupción», apunta.

La ciudad con mayor percepción de inseguridad al cierre de 2017, según el Inegi, es Reynosa, en Tamaulipas (al norte de México). En un lugar donde las desapariciones y los enfrentamientos entre sicarios y el Gobierno federal son habituales más de un 95% de su población se percibe en riesgo ante las bandas criminales. A 955 kilómetros de ahí, al suroeste del país, se sitúa Chilpancingo (Guerrero), una ciudad con una diferencia de décimas en la percepción de inseguridad según el Inegi. Apenas la semana pasada se reportó la desaparición de siete jóvenes de este municipio durante las fiestas de Navidad: tres fueron encontrados vivos, dos murieron y dos más siguen sin ser localizados. 

La encuesta del Inegi, que evalúa a 55 ciudades mexicanas y a más de 17.400 viviendas, también incluye en los primeros lugares de este ranking a las ciudades: Fresnillo (Zacatecas), Villahermosa (Tabasco), Coatzacoalcos (Veracruz) y a la región norte de la Ciudad de México. Rodríguez Sánchez explica que estas ciudades están atrapadas en una espiral de violencia y bajo crecimiento económico. La delincuencia inhibe las inversiones y promueve aún más las actividades ilícitas. 

El documento del Inegi añade que seis de cada 10 personas han dejado de llevar objetos de valor en los últimos cuatro meses del 2017, por temor a ser víctima de la delincuencia. Incluso, un 38% de la población cree que la delincuencia en el país empeorará en los próximos 12 meses.

El miedo de los mexicanos ante la delincuencia aumenta, mientras la confianza sobre las autoridades federales y locales decrece. «Las instituciones de seguridad en los Estados, en las fiscalías, están haciendo poca inteligencia para darle seguimiento a estos delincuentes. El sistema (judicial) está colapsado y ha sido rebasado para atender a más de 124 millones de mexicanos», asegura Rodríguez Sánchez. Las cifras respaldan estos argumentos: 62% de la población considera que el desempeño de la policía municipal es ineficiente, una desaprobación mayor respecto a los elementos de seguridad estatales y federales, según el Inegi.

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