Ciudad de México, lunes 26 de julio .– Hamilton Matthew y Giulia Heyward, del diario The New York Times, cuentan hoy una historia que se está volviendo común: personas que adquieren notoriedad por rechazar la vacuna y enferman. Algunos mueren. La mayoría la pasa muy mal. Pero no todos se arrepienten de haber promovido historias contra la inmunización.
“Mark Valentine sabe que su hermano Phil Valentine, un prominente locutor de radio conservador que se burló de la vacuna, ha tenido un gran impacto en cómo sus oyentes han visto la pandemia y su propia respuesta a ella. ‘El hecho es que mucha gente no se vacunó porque él no lo hizo’, dijo Mark Valentine”. Así empieza la historia en el Times.
Ahora que fue infectado con COVID-19 y hospitalizado en estado crítico, Phil Valentine emitió un comunicado. Aconseja a otros que se vacunen. “La noticia ha dividido a sus fanáticos y críticos, quienes continúan enfrentándose por la culpabilidad de Valentine por su propia enfermedad y su influencia en los oyentes que, como él, rechazaron la oportunidad de vacunarse”.
Phil Valentine, quien una vez escribió que no iba a recibir la vacuna porque sus posibilidades de morir a causa del virus eran “mucho menos del uno por ciento”, ahora está hospitalizado, conectado a un ventilador por la noche y a una máscara de oxígeno durante el día, para que pueda respirar.
Valentine es uno de los 514 pacientes de COVID-19actualmente hospitalizados en Tennessee, lo que representa un aumento del 78 por ciento en las últimas dos semanas, según el Times. Según le dijo Mark Valentine a los periodistas, el diagnóstico de su hermano ya ha tenido un impacto: casi una docena de oyentes se acercaron a él para decirle que seguían adelante y se vacunaron.
Y él mismo: también fue a vacunarse el día que ingresaron a su hermano en el hospital.